sábado, 4 de agosto de 2012

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE


 REALIZADO POR: HEYDI CAROLINA SIERRA PERDOMO



EDUCACIÓN POPULAR, ESPACIO DE DIÁLOGO, ENCUENTRO,
 REFLEXIÓN Y ACCIÓN


"La educación popular es una visión innovadora de la vida, que busca la formación de los sujetos, a partir de su propia participación e interacción con los demás en la construcción del conocimiento"

DEFINICIÓN Y CONCEPTOS GENERALES 


Conjunto de prácticas educativas realizadas por y con los sectores populares, dentro de una perspectiva política de cambio social.

Articular la reflexión con prácticas productivas para la acción. Se sitúa dentro de las tensiones entre el individuo, el grupo social y el Estado, sus intenciones rebasan un marco estrictamente pedagógico.
Los rasgos identitarios atribuidos a la EP, pueden agruparse en dos ámbitos; unos acentúan lo político social (lectura crítica de la sociedad, opción política y ética por los pobres, vinculación a los movimientos sociales), mientras otros enfatizan lo educativo y metodológico (participación, diálogo, concientización, formación de sujetos). Así mismo, casi todos los autores enfatizan una u otra dimensión, evidenciando una tensión histórica dentro de la EP. Parte de la necesidad de leer el contexto, la realidad.


CONTEXTO HISTÓRICO



La EP surgió en América Latina como una corriente educativa comprometida con los sueños, proyectos y movimientos de liberación social y cultural. Aparece en el transcurso de los años 60, en torno a la discusión y puesta en acción de los planteamientos de Freire y en un contexto signado por la radicalización de las luchas sociales bajo el imaginario de la revolución.Aparece bajo dictaduras, necesidad de recrear la democracia política. La Educación Popular como resistencia a la invasión cultural.
La década que comenzaba se caracterizó por el auge de movimientos sindicales, campesinos, de pobladores urbanos, de artistas y educadores comprometidos, así como de partidos y movimientos de izquierda política.
En los años 70 se fortalecieron los movimientos populares que comenzaron años anteriores.
En los años 80 se profundizó en profesionalizar a los grupos educativos que existían. La EP como instrucción pública (integrar las capas pobres de la nación al nuevo Estado. El cambio social depende del grado de instrucción).
La Educación de Adultos (no escolarizados).
Diversos Movimientos Sociales Latinoamericanos han llevado a cabo experiencias de educación popular dentro de sus practicas políticas. En México el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a través de las Escuelas Secundarias Rebeldes Autónomas Zapatistas. En Brasil, el Movimiento de los Sin Tierra (MST). En Argentina, la Universidad Trashumante y la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo. En Chile, el movimiento nacional de educadores populares MOVER y la Red de Educadores y Educadoras Populares de Santiago.


¿Cuáles son los elementos constitutivos que definen la educación popular?


Es el caso del primer artículo de dicho número de la revista, firmado por la Secretaría General del CEAAL (2000: 14), en el cual se señala que la Educación Popular, “es una acción cultural, pedagógica y política que tiene como principios”:
·  La comprensión crítica de la realidad para su transformación
· A través del diálogo de saberes
· Animado por educadora o educador popular
· Con una opción ética por los sectores empobrecidos
· Y que enfatiza en la autoconstitución de sujetos.

En el primer capítulo de este libro, se definen como “rasgos definitorios de toda práctica de educación popular”:
·  Su lectura crítica del carácter injusto de la sociedad y del papel que juega la educación
·  Su intencionalidad política emancipadora
·  Considerar a los sectores populares como sujetos de su emancipación
·  Buscar incidir en la subjetividad de los educando y educadores
·  Poseer unas metodologías participativas y dialógicas.

Por otro lado, para la mexicana Bertha Salinas, “el núcleo específico de la EP puede resumirse en”:
·  Su metodología educativa, de carácter dialéctico, participativo y dialógico
·  Su contenido es la realidad y ahora, nuevos temas emergentes
·  Su larga experiencia de conocimiento y vinculación con el mundo popular
·  Su compromiso y sentido de mística.



¿Cómo se da el encuentro de la educación popular con la pedagogía?

De acuerdo con Torres (2007), uno de los desafíos actuales de la educación popular, lo constituye el hecho de asumirse como pedagogía crítica. Ello implica permitir que las reflexiones generadas desde la teoría crítica (Escuela de Frankfurt), cualifiquen su hacer y alimenten las reflexiones para los contextos latinoamericanos actuales. Es necesario reconocer de manera precisa que no es posible hablar de educación sin una pedagogía que le subyace como ese saber que da identidad y dota de concepción a las prácticas que acontecen en distintos niveles de la acción



¿Cuál es la relación entre la formación, el aprendizaje y ser sujetos sociales?

Una categoría central en las prácticas educativas popular es la de ‘formación’; a diferencia de las prácticas escolares, en EP no hablamos casi de ‘enseñanza’, sino de formación de sujetos, formación en valores, formación de conciencia, etc. El contenido y usos prácticos de dicha categoría, también merece profundizarse. En una reciente investigación sobre Pedagogía de las organizaciones populares (Barragán, Mendoza y Torres, 2006), hemos encontrado que en torno a la formación, se articulan otras prácticas como ‘acompañamiento’, ‘seguimiento’, ‘animación’, así como el supuesto de que la formación propiciada desde las organizaciones es el resultado tanto de las prácticas educativas explícitas, como de las múltiples interacciones, conversaciones y acciones cotidianas.


MOMENTOS DE LA EDUCACIÓN POPULAR




PRIMER MOMENTO. Los orígenes de esta corriente, que ha tenido una amplia incidencia teórica y práctica en el campo del desarrollo, se encuentran ya en los años 60 en las aportaciones del educador brasileño Paulo Freire y en la experiencia de multitud de organizaciones, principalmente latinoamericanas. Partiendo de la constatación de una realidad de injusticia y desigualdad, su preocupación consistió en ir construyendo con y desde los sectores populares, y en base a la experiencia práctica, herramientas educativas que les permitieran a éstos participar, organizarse y transformar su realidad concreta y mejorar sus vidas.





SEGUNDO MOMENTO. La educación se entiende como un proceso transformador en el que las propias personas participantes son los actores fundamentales. Tal proceso cuenta con varias fases, que se retroalimentan y redefinen continuamente: a) reconocer críticamente la realidad y la propia práctica, b) comprender y construir nuevas formas de actuar, c) replantear la acción para mejorar la realidad, y d) actuar sobre la realidad (Documentación Social, 1998). Como se ve, se trata de un proceso circular, en el que se parte de la práctica, para reconceptualizarla y volver después a ella modificándola.


TERCER MOMENTO. Desde fines de los ochenta y especialmente durante la primera mitad de los noventa, empezó a visibilizarse cierta insatisfacción con algunos de los presupuestos y contenidos del discurso «fundacional» de la EP; los cambios en el contexto político mundial y latinoamericano (caída del socialismo soviético, derrota sandinista, fin de los regímenes militares e inicio de procesos de democratización), así como el reconocimiento de límites en las propias prácticas educativas (activismo y falta de sistematización, descuido de lo pedagógico, cambio de los sujetos educativos, escasa discusión con nuevos paradigmas), llevaron a que algunos educadores insistieran en una necesaria y urgente «refundamentación» de la Ep.

Estos cambios en la concepción política y pedagógica de la EP se expresaron en la redefinición de prioridades y énfasis de la práctica de muchos centros y redes de Educación Popular en América Latina a fines de los noventa y los primeros años de la actual década. De una estrecha relación con los movimientos y organizaciones populares, se pasó a la colaboración con nuevos los gobiernos nacionales o municipales que remplazaron los regímenes autoritarios; algunos educadores populares pasaron a asumir responsabilidades gubernamentales en materia social o educativa en sus países.

PARA RESALTAR…

Algunas otras características de la educación popular, que han justificado el interés por la misma, son las siguientes (Vargas et al., 1995): a) la diversidad de corrientes de pensamiento en las que se ha inspirado (humanismo, cristianismo de base y teología de la liberación, marxismo, etc.); b) su concreción práctica en un conjunto, amplio y diverso de experiencias, así como el esfuerzo constante de conceptualización y profundización de sus fundamentos teóricos; c) la producción de nuevos instrumentos metodológicos y didácticos adecuados a los objetivos y la realidad de las personas a las que se dirige; d) la orientación consciente y permanente de su práctica educativa hacia el reforzamiento de los procesos organizativos de los sectores populares, y su contribución al desarrollo de nuevas formas organizativas (comunitarias, cooperativas, sindicales, etc.); e) la afirmación de la dimensión político-pedagógica de su intervención educativa.

BIBLIOGRAFIA

Extraído de Educación Popular Trayectoria y actualidad. Alfonso Torres Castillo. Sociólogo, politólogo, historiador y educador popular colombiano, es doctor de Estudios Latinoamericanos por la Universidad Autónoma de México